3:23 a.m.

by theSpiritOfswiM

Era tarde aquella noche, la oscuridad a mi alrededor me hacia sentir vacío y solitario. Las palabras que resonaban por mi cabeza a través de un auricular en mi oído izquierdo no evitaban que mis profundos pensamientos surgieran hundiéndome más en la oscuridad que me envolvía... Rezaba por una señal, por algo que me dijera hacia donde ir, necesitaba un camino, una luz que me guiara a través de mi nuevo mundo.
Quizá no fue como esperaba, pero esa señal sonó, esa luz se encendió en medio de la oscuridad, tan sólo un instante, como esa oportunidad efímera que no puedes dejar escapar... pero yo lo hice... Desperté, eran la 3 y 23 de la mañana y mi esperanza surgió de sus cenizas. Toda esa tristeza acumulada se esfumó y creo que volví a sonreír esperando de nuevo a que la señal volviera a hacerme sentir vivo. Y volvió... Volvió. Tan sólo diez minutos después volvió a sonar ante mi, sin pensarlo dos veces alargué la mano para cogerla y desapareció. Otra vez desapareció y desde entonces no la he vuelto a ver. Y entonces todo a mi alrededor se apagó, literalmente.
Sueño con volver atrás a las 3 y 23 de esa madrugada y no dejar escapar la única oportunidad que he deseado tener en mi vida. Ojalá fuera tan fácil como coger un reloj y darle marcha atrás. Ojala la realidad fuera tan fácil como los sueños

"Érase una vez... ", " ...felices para siempre". Los cuentos son la materia de la que están hechos los sueños... Los cuentos no se hacen realidad. La realidad es más tormentosa, más turbia. Asusta más. La realidad es más interesante que un felices para siempre.

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